La llegada de medusas a nuestras playas y sus punzantes picaduras son ya sinómino de la llegada del verano. Esta edición más vale que acudamos a la costa bien protegidos porque se espera una auténtica avalancha de invertebrados flotantes.
Según Josep María Gili Sarda, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC:“Este año, además de las visitantes habituales, vendrán de mar abierto. El riesgo a sufrir picaduras se va a triplicar”
A finales de abril los investigadores ya detectaron especies como la velella o la pelagia en nuestras costas. De momento podemos estar tranquilos porque ambas no pertenecen a la categoría de medusas super peligrosas. Además de éstas, en los últimos días, varias playas alicantinas han sido cerradas debido a la aparición de las Carabelas Portuguesas, que no son realmente medusas sino organismos coloniales, hidrozoos.
Picaduras venenosas
Las picaduras de estos animales, en su mayoría inofensivas, se evidencian por la localización de un dolor intenso y por la posterior aparición de rojez, hinchazón y un picor insoportable. Sentimos un auténtico latigazo en la piel y además acabamos con una dolorosa marca.
Su principal riesgo es la entrada del veneno en nuestro sistema. Puede provocar, en casos extremos, fiebre, shock, problemas en el corazón y en la función de los pulmones, lo que finalmente puede conducir a la muerte.
Afortunadamente la rápida atención de los equipos de salvamento y socorrismo hace que estos riesgos se minimicen. Son muy escasos los fallecimientos por picaduras de medusa.
Como actuar ante las medusas
Hay que actuar con rapidez para evitar que el veneno se extienda. Por ello lo mejor es seguir rigurosamente estos consejos:
Lo primero es retirar los tentáculos de la zona afectada, ya que se podrían haber quedado impregnados en la piel; pero NUNCA CON LAS MANOS EXPUESTAS, es decir, quitaremos los tentáculos con unos guantes o bolsas plásticas.
Para evitar más dolor a la víctima lo mejor es emplear agua salada caliente (para evitar diferencias de PH del agua) o arena seca y caliente. Luego para atenuar el dolor, se aconseja aplicar compresas mojadas con agua, zumo de limón, vinagre o amoniaco rebajado. Se aconseja también introducir la zona afectada en agua caliente durante 30-90 minutos para destruir las secreciones de las medusas.
No rascarse por mucho picor que se sufra porque nos aliviará unos segundos pero después la erupción, nos escocerá y picará más.
También es conveniente aplicar una crema que contenga antihistamínicos para eliminar las células urticantes de la medusa o emplear un corticoide tópico. Nunca está de más llevar alguna de estas pomadas en el botiquín de viaje.
Estos consejos nos ayudarán a aliviar el picotazo y ser capaces de socorrer a quien lo necesite. Nunca debemos olvidar que tras estos primeros auxilios debemos de acudir de inmediato al servicio sanitario más cercano. Allí nos darán un tratamiento más especializado y eficaz.
Si tienes alguna duda en Farmacia Jon Uriarte estaremos encantados de atenderte y ayudarte en lo que necesites.
