Skip to main content

Las fiestas de primavera y verano disparan las tasas por encima de la media del Estado

La cirrosis hepática es una enfermedad crónica que se caracteriza por una inflamación del hígado que puede provocar la formación de cicatrices en el tejido hepático. Su principal causa es el consumo excesivo y prolongado de alcohol, aunque también puede ser causada por otras enfermedades hepáticas como la hepatitis viral crónica o la enfermedad del hígado graso no alcohólico. En Euskadi, la cirrosis relacionada con el consumo de licores y bebidas alcohólicas, es una problemática que ha venido aumentando en los últimos años.

Según datos del Observatorio Vasco sobre Drogas (OVID), en el año 2019 se registraron un total de 273 ingresos hospitalarios por cirrosis hepática en Euskadi. De ellos, un 66,7% fueron debidos a la ingesta excesiva de alcohol. Además, el mismo informe indica que el consumo de bebidas con alcohol en Euskadi se sitúa por encima de la media nacional, con 9,9 litros de alcohol puro al año por persona.

Esta situación es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que la cirrosis hepática es una enfermedad que puede afectar a personas de cualquier edad, género o nivel socioeconómico y sus consecuencias graves e incluso llevar a la muerte. La cirrosis hepática se caracteriza por una inflamación crónica del hígado que provoca la formación de cicatrices en el tejido hepático y se manifiesta en la acumulación de líquido en el abdomen, encefalopatía hepática (trastorno neurológico) y aumento del riesgo de padecer cáncer de hígado.

Dos copas y basta

Por esta razón, es importante que se fomente la prevención y el tratamiento de la cirrosis hepática relacionada con el consumo con medidas como limitarlo a niveles moderados, que se sitúan en un máximo de dos bebidas al día para los hombres y una bebida al día para las mujeres.

También es importante destacar la importancia de buscar ayuda profesional si se tiene dificultad para controlar el consumo de alcohol. En Euskadi existen recursos públicos y privados que ofrecen tratamiento especializado para personas que padecen adicción al alcohol, como son los programas de desintoxicación y rehabilitación, grupos de autoayuda y terapia psicológica.

el tratamiento de la cirrosis hepática debe ser individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada paciente. Por lo tanto, siempre es importante consultar con un médico especialista antes de tomar cualquier medicamento.

Sin cura pero con fármacos de apoyo

Actualmente, no existe ningún medicamento que pueda curarla, sin embargo, existen fármacos que ayudan a controlar algunos síntomas y complicaciones asociadas con la enfermedad.