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En Farmacia Jon Uriarte y te ayudamos a ponerlo a punto

Un corte en un dedo por una reparación casera. Una caída del niño en los columpios. Una quemadura mientras cocinas. Un catarro fuerte. Heridas y dolencias cotidianas que nos recuerdan la importancia de tener a mano un botiquín, el kit salvavidas para los pequeños incidentes del día a día.

Pero, ¿qué debe almacenar el botiquín de casa? ¿Cuándo hay que actualizarlo? ¿Contienen los mismos productos el botiquín del trabajo que el que llevamos cuando viajamos? A continuación resolvemos estos interrogantes.

Todas las casas deberían tener su propio dispensario médico, una versión reducida del material sanitario profesional, con la finalidad de auxiliar en  los accidentes domésticos.

En una caja o como parte de una estantería, el botiquín casero debe estar protegido de la luz y en un ambiente aireado y sin excesiva humedad.  Debe estar cerrado, pero con un sistema de apertura fácil y sencillo, y  al contener medicamentos, siempre fuera del alcance de los niños.

Composición del botiquín

Un botiquín correcto contiene tres tipos de productos: medicamentos, material sanitario y teléfonos de urgencia.

Por medicamentos se entiende preparados que sirven para desinfectar heridas (alcohol, agua oxigenada, yodo, clorhexidina), analgésicos, antitérmicos, laxantes, antidiarreicos, antitusígenos, mucolíticos, expectorantes y antiácidos. En resumen, fármacos para aliviar un dolor puntual, problemas intestinales y estomacales, resfriados y heridas.

El material sanitario lo conforman algodón, compresas de gasas estériles, venda elástica, esparadrapo, tiritas cicatrizantes, tijeras de punta redonda, pinzas, termómetro y desinfectantes y antisépticos: alcohol, agua oxigenada…

Y, finalmente, los teléfonos de consulta sanitaria y emergencias, como el de nuestra farmacia, ambulatorio, hospital o el 112.

Cuidar del botiquín

Tan importante como los productos que debe contener un botiquín son aquellos que no debe alojar. Para empezar, medicamentos caducados. Es importante revisar las fechas que indican los fabricantes en las cajas y no superarlas. Llegado este punto, es el momento de reciclar el fármaco en cuestión en una oficina de farmacia.

Tampoco hay que dejar los medicamentos sueltos dentro del botiquín, sin prospecto ni envase original, fármacos en mal estado, preparados sin fecha de caducidad o tijeras y pinzas oxidadas.

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