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Enfermedades del otoño

Los virus respiratorios son los causantes de los resfriados, gripes y alergias, las enfermedades más habituales durante el otoño y el invierno, como se desprende de un estudio de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Nueva York). En esta investigación han demostrado que todas las infecciones tienen un patrón estacional.  Pero no se trata de enfermedades que debemos tomarnos a la ligera, ya que sólo en la pasada temporada Euskadi sufrió más de 1.600 casos de hospitalización por gripe y casi 80 fallecidos.

Micaela Martínez, autora del estudio, ha recabado información de la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, con el fin de crear un calendario de aparición de decenas de afecciones para explicar los factores que influyen en su estacionalidad.

Gripe

La gripe es una de las mayores preocupaciones de la población en estas épocas por la cantidad de afectados que genera cada año. En la temporada de 2018-2019 se notificaron en Euskadi 1.662 casos hospitalizados, 435 de ellos en estado grave, y 79 fallecidos. La mayoría de los fallecidos no estaban vacunados y desde Farmacia Jon Uriarte queremos hacer énfasis en la importancia de la vacunación, que dará comienzo entre la tercera semana de octubre y la primera de noviembre.

A partir del equinocio de otoño, enfermedades como la gripe y los resfriados comienzan a aparecer con firmeza como consecuencia de los factores ambientales. Son realmente contagiosas y podemos infectarnos tan solo por el aire cercano a la persona portadora o por llevarnos la mano a la cara tras tocar superficies contaminadas. El tratamiento recomendado para estas enfermedades consiste en hacer reposo e hidratarse abundantemente. Por lo que respecta a los fármacos, el ibuprofeno y el paracetamol pueden aliviar los síntomas, mientras que los descongestivos y antitusivos pueden llegar a mejorarlos.

Ácaros

La bajada de temperaturas provoca que cada vez abramos menos las ventanas y, por tanto, haya una menor renovación del aire en nuestros hogares, lo que contribuye al aumento de las alergias al polvo. Los principales causantes son los ácaros, que viven en las zonas más cálidas, húmedas y polvorientas, como las alfombras o el fondo de los armarios para desprender sustancias muy alérgenas.

Hasta un 25% de las personas muestran este tipo de reacciones ante su exposición, sufriendo picores e irritación en la piel, secreción nasal, tos y estornudos. El método más efectivo para prevenirlas es instalando filtros en aires acondicionados, quitando el polvo de las moquetas o lavando la ropa de la cama a una temperatura elevada.

Asma bronquial

Las afecciones otoñales también presentan relaciones entre sí. La alergia al polvo puede evolucionar en el asma, una enfermedad que tiene base genética y ambiental. Asimismo, otras circunstancias como el estrés, las emociones y el ejercicio intenso son potenciadores de que algunas personas sufran estos ataques. La medicación ordinaria consiste en inhalar sustancias broncodilatadoras o corticoides.

Astenia otoñal

Por último, os presentamos el sentimiento de fatiga o debilidad, también conocido como astenia. Puede tener varios orígenes diferentes, como la anemia o las alteraciones nutricionales, aunque en otoño está más relacionada con los cambios de ánimo. Los expertos dicen que la menor exposición al sol y la bajada de temperaturas pueden ser culpables de causar esta enfermedad, ya que por ello nuestro ritmo biológico se ve alterado.

Os recordamos que no dudéis en solicitar la información que consideréis conveniente en Farmacia Jon Uriarte. Tengamos un otoño sano y libre de enfermedades.

 

Fuentes: La Vanguardia, Euskadi.eus, Asociación Española de Pediatría

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