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Especialmente a los bebes y personas de avanzada edad

El pasado sábado se atrasaron una hora nuestros relojes y consecuencia de ello, también nuestros horarios de comidas, sueño, ocio… Esos cambios suponen, en ocasiones, un problema de adaptación, pero lo que mucha gente no sabe es que este trastoque tiene consecuencias importantes para nuestra salud.

Los bebes y las personas mayores son los que presentan más dificultades en el proceso de adaptación al nuevo horario: en los niños porque su cerebro es inmaduro todavía y no actúa con la rapidez que lo hace un cerebro adulto. En el caso de la gente mayor, ocurre todo lo contrario; porque el cerebro con el tiempo pierde capacidades, esto no quiere decir que no se adapte a los cambios de los ciclos sueño-vigilia, sino que necesita más tiempo.

Ritmos Circadianos

Para entender estos efectos en la salud es importante conocer que son los ritmos circadianos. Estos, son los ciclos naturales de cambios físicos, psíquicos, y conductuales que experimenta el organismo en un ciclo de 24 horas y se ven afectados principalmente por los ciclos de luz y de oscuridad.

Estos cambios pueden influir en muchas funciones del cuerpo humano, como la presión arterial, los episodios de sueño, la temperatura corporal y la producción de hormonas. Por este motivo al cambiar, aunque sea una hora al día, pueden afectar en la salud de las personas mientras nos adaptamos al nuevo horario.

Como nos afecta

Esta reducción de horas de luz al día, inevitablemente, influye en nuestro ritmo circadiano, provocando, entre otras cosas, un aumento de la producción de melatonina, que es la hormona que interviene en la regulación del sueño. Es importante saber que “el nivel plasmático de esta hormona es bajo durante el día y se incrementa al oscurecer la noche, por eso al disminuir las horas de luz y aumentar la secreción de melatonina, aumenta también la sensación de cansancio y sueño.

Como posible daño colateral, está el riesgo de aumento de los accidentes de tráfico. En el año 1996 la revista médica The New England Journal of Medicine mostró un aumento del 8% en los accidentes de tráfico al día siguiente del cambio.

A nivel psicológico, los cambios genéticos que se producen en el cuerpo y los factores ambientales hacen que nuestros ritmos circadianos y el ciclo natural de luz y oscuridad no estén sincronizados, lo que conlleva trastornos del sueño que, a su vez, pueden conducir a otras condiciones de salud crónicas, como obesidad, diabetes, depresión, trastorno bipolar y trastorno afectivo estacional”, indica.

Podemos engordar

También se habla mucho de los efectos del cambio de hora en el apetito. La serotonina es un neurotransmisor que se sintetiza en el cerebro a partir del triptófano, un aminoácido esencial que se asimila mejor en presencia de carbohidratos. La serotonina hipotalámica regula el apetito y satisfacción, esto podría explicar el hecho de que durante el invierno se tenga mayor apetencia por carbohidratos y si los ingerimos en exceso puede aumentar el riesgo de sobrepeso””.

Otro factor que influye en el aumento de peso es la reducción en las horas de luz. Este cambio, sobre todo en los niños, implica menos horas de juegos al aire libre, lo que, si no se previene, afectará a un aumento de peso.

La buena noticia es que los efectos del cambio de hora no suelen durar mucho tiempo. Tenemos mucha capacidad de adaptación por lo que lo más frecuente es que en 3 o 5 días nuestro organismo haya integrado el cambio de horario.

Si crees que te está costando más de lo normal habituarte a estos cambios, o si deseas asesoramiento no dudes en consultaros en  Farmacia Jon Uriarte. Te esperamos.