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El abuso de antibióticos y la falta de nuevos medicamentos complican la lucha contra infecciones comunes

La resistencia microbiana a los antibióticos se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud pública global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050, las infecciones resistentes podrían provocar hasta 10 millones de muertes anuales, superando enfermedades como el cáncer.

El problema surge cuando bacterias, virus y hongos desarrollan mecanismos para evadir el efecto de los medicamentos diseñados para eliminarlos. Esto transforma infecciones comunes en problemas potencialmente mortales y pone en jaque la eficacia de los tratamientos actuales.

Adaptación de las bacterias

Uno de los principales factores detrás de esta crisis es el abuso de antibióticos. En muchas ocasiones, se prescriben para infecciones virales, donde no tienen ningún efecto, o los pacientes no completan los tratamientos, dejando «sobrevivientes» capaces de desarrollar resistencia.

La situación es especialmente crítica en hospitales, donde las infecciones resistentes, conocidas como nosocomiales, son más frecuentes y difíciles de tratar. Además, las bacterias tienen una asombrosa capacidad de adaptación: pueden adquirir genes de resistencia a través de mutaciones o al intercambiar información genética con otras bacterias.

Un problema global

En países desarrollados y en vías de desarrollo, las consecuencias son graves. Enfermedades comunes como la neumonía, las infecciones urinarias o incluso cortes infectados podrían requerir hospitalización prolongada y tratamientos más costosos.

En 2019, las infecciones resistentes ya causaron más de 1,2 millones de muertes, según un estudio publicado en The Lancet. Sin acciones concretas, estas cifras podrían dispararse.

¿ Nuevos antibióticos?

El desarrollo de nuevos medicamentos es esencial para combatir la resistencia, pero los avances en este campo han sido lentos. En los últimos 30 años, solo se han aprobado algunos antibióticos realmente innovadores.

Esto se debe a varias razones:

  • Complejidad científica: Las bacterias son cada vez más difíciles de combatir.
  • Intereses económicos: Desarrollar antibióticos es costoso, y su baja rentabilidad ha llevado a las farmacéuticas a priorizar otros medicamentos más lucrativos, como los tratamientos para enfermedades crónicas.

Sin embargo, se están investigando alternativas prometedoras:

  • Bacteriófagos: Virus que atacan específicamente a las bacterias.
  • Terapias combinadas: Uso de moléculas que potencian los antibióticos existentes.
  • Fármacos innovadores: Nuevos medicamentos que actúan sobre mecanismos específicos de resistencia bacteriana.

La solución también está en nuestras manos

Combatir la resistencia microbiana no solo depende de los laboratorios, sino de un uso responsable de los antibióticos:

  1. Evitar automedicarse.
  2. Completar los tratamientos recetados.
  3. Reducir el uso de antibióticos en la ganadería.

A nivel global, la OMS impulsa su Plan de Acción contra las Resistencias Antimicrobianas, que incluye regulaciones más estrictas, mejoras en la prevención de infecciones y mayor financiación para la investigación de nuevos tratamientos.

Por todo ello, antes de automedicarte acude a tu botika y consulta a las y los profesionales porque puedes estar tomando medicamente totalmente inapropiados para tu dolencia. Si tienes dudas llámanos 94 442 29 48