La Narcolepsia es un trastorno neurológico que afecta al control del sueño y la vigilia. Las personas con esta afección experimentan somnolencia diurna excesiva que suele derivar en ataques de sueño, repentino e intenso, que el paciente es incapaz de controlar. Estos repentinos ataques de sueño pueden ocurrir durante cualquier tipo de actividad en cualquier momento del día, generalmente comienza entre las edades de 15 y 25 años, pero puede llegar a ser evidente a cualquier edad.
En un típico ciclo de sueño, se entra en la fase REM (sueño profundo) después de unos 90 minutos. Para las personas que sufren de narcolepsia, la fase REM se produce casi inmediatamente en el ciclo del sueño, así como periódicamente durante las horas de vigilia. Es en la fase REM en la que podemos experimentar sueños y parálisis muscular, lo que explica algunos de los síntomas de la Narcolepsia.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la narcolepsia incluyen:
– Somnolencia diurna excesiva (SDE): Las personas con SDE sufren neblina mental, falta de energía y concentración, lapsos de memoria, un estado de ánimo deprimido y/o agotamiento extremo.
– Cataplexia: Puede causar síntomas que van desde la dificultad para hablar a un colapso total del cuerpo, dependiendo de los músculos implicados, y es a menudo provocada por emociones intensas como sorpresa, risa o ira.
– Alucinaciones: Se llaman alucinaciones hipnagógicas cuando acompañan a la aparición del sueño y alucinaciones hipnopómpicas cuando se producen durante el despertar.
– La parálisis del sueño: Este síntoma consiste en la incapacidad temporal para moverse o hablar mientras se queda dormido o al despertar. Estos episodios son generalmente breves, duran de unos pocos segundos a varios minutos. Después de que terminan esos episodios, las personas recuperan rápidamente su plena capacidad de moverse y hablar.
