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uso adecuado de la mascarilla

Un uso incorrecto de este elemento de protección reduce su eficacia contra el COVID-19

Utilizar mascarilla es esencial para protegernos ya que reducen el riesgo de exposición al virus de la persona infectada, sea o no asintomática. No obstante, existe mucho desconocimiento sobre el tipo de mascarilla que debemos utilizar, correcta aplicación, así como del modo de alargar su vida útil. 

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerdan que la mascarilla es un sistema más de protección y que su uso debe ir acompañado por una buena higiene de manos, distanciamiento social, evitar entornos cerrados y aglomeraciones, entre otras precauciones.  

Qué mascarilla utilizar

Las mascarillas de tela son las más utilizadas ya que según la OMS, son aptas para todo el mundo. Sin embargo, desde la organización advierten que las personas mayores de 60 años, que tengan enfermedades preexistentes, se sienten mal y/o están cuidando a un miembro de la familia enfermo, deberán utilizar las médicas/quirúrgicas  ya que por el momento son las más seguras.

Los profesionales sanitarios también deberán utilizar mascarillas médicas cuando estén en contacto con pacientes tanto sospechosos, probables o contagiados confirmados y,  mascarillas autofiltrantes (FPP2, FFP3, N95, N99) cuando estén en entornos en los que realicen procedimientos generadores de aerosoles.

Por el contario, los expertos no recomiendan las mascarillas con válvulas de exhalación ya que están pensadas para trabajadores de industria de manera que eviten la inhalación de polvo y partículas. Estas mascarillas no son convenientes ya que cuando la válvula se abre en la espiración, el virus podría entrar.

Existen mascarillas de otros materiales (neopreno, plástico…) las cuales están homologadas y en este caso lo conveniente será atender a las indicaciones del fabricante. Es importante comprobar si la mascarilla contiene certificados que aprueben su uso, ya que de lo contrario, no podrá utilizarse.

En lo que respecta a los niños, la OMS y UNICEF han establecido los 12 años como la edad en la que estarán obligados a utilizar mascarilla como un adulto y antes de los 5 años no se recomienda su uso debido a la incapacidad de utilizarla correctamente. Entre los 6 y los 11 su uso dependerá de la situación del niño: si está expuesto al virus, si éste es capaz de llevarla adecuadamente, dependiendo en cómo pueda afectar en su aprendizaje y desarrollo psicosocial o si están con personas pertenecientes a grupos de riesgo.

Como usar y conservar una mascarilla

Es importante evitar el contacto de las manos con la mascarilla y las veces que lo hagamos (para colocarla, retirarla y después de quitarla) tendremos que limpiárnoslas de manera que queden libres de cualquier germen. Asimismo, a la hora de retirarla, es conveniente hacerlo estirando de las tiras de las orejas.

Es importante verificar que la mascarilla está en perfecto estado, libre de agujeros, suciedad o humedad ya que de no ser así, no nos estará protegiendo.

Sabremos que está correctamente colocada cuando ésta cubra la boca, nariz y barbilla sin dejar huecos expuestos.

Para mantener correctamente una mascarilla de tela debemos tener en cuenta una serie de indicaciones:

Si la vamos a reutilizar, ésta debe guardarse en una bolsa de plástico con cierre hermético y para sacarla estiraremos de las tiras de las orejas evitando lo máximo posible el contacto con las manos.

Para lavarla bastará con un jabón y detergente suave y preferiblemente con agua caliente (al menos 60º) como mínimo una vez al día. Las mascarillas de otro tipo de materiales, se lavarán de acuerdo a las indicaciones del fabricante.

En caso de no disponer de agua caliente, puedes sumergir la mascarilla en un poco de agua con cloro durante un minuto y enjuagarla bien para que no quede ningún tipo de residuo que pueda ser tóxico.

Y por último, pero no por ello menos importante: ¡NO LA COMPARTAS CON NADIE!

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