La alimentación es fundamental para el correcto desarrollo del niño, y es en la infancia cuando se establecen las pautas alimentarias para el resto de la vida. Es cierto que pueden ser modificadas con los años, pero nos costará menos si empezamos a coger buenos hábitos desde el inicio.
Comer bien no sólo repercute positivamente en su estado salud, también en su habilidad para pensar, racionalizar, sociabilizarse y a su rendimiento escolar. Es importante tener en cuenta que en esas edades la demanda de alimento es menos debido a que su crecimiento es más lento. Además, es una etapa en la que empieza a descubrir otras cosas y pierde el interés por la comida.
La negativa de un niño a comer resulta ser muy frustrante para los padres, sin embargo, no hay que alarmarse ni tampoco es recomendable trasladarle al pequeño esa presión con cada comida ya que puede generarle más rechazo aún. Por eso, lo que necesitas son unos trucos para estimularle el interés por los alimentos, ahí van algunos:
- Haz que el niño se involucre en su alimentación: Comer puede ser algo divertido, sobre todo si estás en la edad de jugar. Usa la imaginación y haz que el plato sea divertido, por ejemplo formando formas y juega con los colores, al igual que en los adultos, los niños también comen pos los ojos. Puedes hablarle acerca de los alimentos, cuáles son más beneficiosos y para qué, incluyendo los menos saludables como algo anecdótico en la dieta.
- Busca alternativas a las chucherías: Que coma muy de vez en cuando chucherías no está mal, el problema es que se acostumbren a hacerlo a menudo, ya que los niños las encuentran realmente apetecibles. Por ello, debes buscar otro tipo de snacks (saludables), que ellos encuentren atractivos y acostumbrarles a ello. En la merienda introduce frutas, verduras, zumos naturales, bocadillos y yogurt.
- Menús variados para estimular su paladar: Si le limitas a unos pocos sabores en su temprana edad, cuando crezca le costará más habituarse a nuevos alimentos.
- Cocina de forma saludable: No sirve de nada llenar nuestra despensa de productos variados si luego no cocinamos adecuadamente, como por ejemplo utilizando fritos o mucha sal en los platos. Existen muchas opciones como hacer la comida a la plancha, cocción al vapor, etc.
- Seamos su ejemplo: Los puntos anteriores no tendrían sentido si no aplicamos este, de nada servirá que le exijas a tu hijo si no predicas con el ejemplo. Por mucho que le repitas lo buenas que son las frutas y las verduras, probablemente no las querrá comer si tú no lo haces. Cuando los niños alcanzan el punto en el que pueden comer de todo, exceptuando variaciones como las cantidades, pueden comer lo mismo que el resto de la familia.
