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Un laxante es un fármaco o sustancia con acción purgante que facilita la defecación y por lo tanto ayuda a aliviar y prevenir el estreñimiento.

Este último puede ser la causa de una subida de peso ya que al almacenar desechos de alimentos en el cuerpo, el intestino se inflama, acumulando más toxinas y reteniendo más líquidos.

En casos de estreñimiento agudo nuestro peso puede aumentar hasta 2 o 3 kilos, pero cabe destacar que es debido a la retención de las heces, no al aumento de grasa corporal por lo que el uso de laxativos no ayudará a eliminarla.

Tipos de laxantes

Existen diferentes tipos de laxantes y la eficacia de cada uno de ellos cambia de una persona a otra, por lo que es importante acudir a un especialista para encontrar el que mejor se adapte a los objetivos y cuerpo de cada uno.

Los laxantes lubricantes pueden cubrir la superficie de las heces, haciéndolas resbaladizas facilitando su expulsión o lubricar el interior del ano con el mismo objetivo.

Los formadores de masa permiten que las heces absorban más agua, aumentando su tamaño desencadenando más fácilmente la contracción de los intestinos. Estos laxantes suelen ser los más seguros y deben tomarse con mucho líquido.

Los estimulantes tienen como objetivo activar directamente los movimientos intestinales para inducir la actividad del colón. Este tipo es considerado el más duro puesto que su consumo reiterado puede crear dependencia y graves efectos secundarios.

Los laxantes osmóticos y los ablandadores de heces hacen que el intestino y las heces retengan más agua lo que facilita su expulsión.

Riesgos

El uso incorrecto de estos fármacos purgantes puede llegar a tener graves repercusiones en nuestra salud como por ejemplo una deshidratación severa o un desequilibrio en los niveles de electrolitos en sangre. Además, el uso excesivo de éstos a largo plazo puede crear una disfunción a nivel intestinal, es decir estreñimiento crónico.

A la hora de comenzar a tomar cualquier tipo de laxante, se debe tener en cuenta su interacción con otros medicamentos ya que pueden inferir en la forma en el que el cuerpo los absorbe por lo que es primordial acudir a un farmacéutico o médico si tiene cualquier duda.

Laxantes naturales

Existen laxantes naturales destinados a tratar el estreñimiento ocasional creados a partir de extractos de plantas como el aloe vera, frángula o el fucus. Estos laxativos son de efecto suave y pueden ingerirse de diferentes formas ya sea en cápsulas, jarabes, píldoras o en infusiones. A rasgos generales, su funcionamiento se asemeja al de los laxantes artificiales, algunos de ellas facilitan la evacuación aumentando la cantidad de agua retenida en las heces y otros estimulan el movimiento de los intestinos.

Por otro lado es posible aliviar el estreñimiento añadiendo fibra a nuestra dieta, lo que regulará el ritmo de las deposiciones y acelerará el tránsito intestinal. Existen muchos tipos de fibra pero frecuentemente se agrupan en dos categorías: la fibra insoluble, que se encuentra en salvado de trigo, vegetales, semillas, cereales y granos integrales  y la fibra soluble, presente principalmente en frutas y verduras como las manzanas, naranjas,  zanahorias, brócoli o la cebolla además de en el salvado de avena, nueces, almendras y legumbres.

Acompañar esta dieta con una gran ingesta de agua y ejercicio físico regular será la manera más natural de luchar contra el estreñimiento y el aumento de peso que este conlleva.

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