La Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que todos los seres humanos son iguales en dignidad y derechos. Pero la experiencia demuestra que esto no se cumple con los mosquitos. Unos ciudadanos apenas se llevan picaduras y tienen granitos in significantes a otros, literalmente, les acribillan y acaban en urgencias. “Se suele decir que pican más es por tener la sangre dulce, pero en realidad lo que influye es el olor corporal. Y, aunque el mes de agosto esté tocando a su fin, no podemos bajar la guardia porque el aumento de humedad con las lluvias otoñales hace que reaparezcan estos “molestos y peligrosos bombarderos”.
Repelentes químicos
En el mercado hay decenas de tipos de repelentes contra los mosquitos, pero el corporal químico, de venta en farmacias, es el más habitual. Su principal componente es el “DEET” (dietiltoluamida), producto no apto para niños menores de dos años, y que debe ser utilizado con precaución en zonas sensibles de la piel, como la cara.
“Para evitar la picadura del mosquito Tigre también son efectivos el IR3535 (3-N-butil-n-acetil aminopropionato de etilo) al 20% o el Icaridin (carboxilado de hidroxietil isobutil piperidina) al 20%”, afirma el doctor José Antonio Oteo, especialista en Medicina Interna y director del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR). “Se trata, aclara, de una especie invasora que puede trasmitir un elevado número de arbovirosis entre las que destacan el Dengue, el Chikungunya y el Zika”. Aún en el caso de no sufrir contagio, las picaduras producen habones del tamaño de una moneda de euro porque los europeos aún no estamos sensibilizados frente a su saliva, de ahí esa respuesta inflamatoria tan exagerada”.
Los corporales químicos tienen una eficacia muy alta, 4-6 horas aproximadamente, siendo más eficaces en crema que en spray, ya que se fijan mejor en la piel. No obstante, en el caso de que haya que aplicarse protección solar, primero se aplicaría el fotoprotector y después el repelente para mosquitos. De lo contrario crearíamos una capa oclusiva que favorecería una penetración excesiva del repelente.
Para la ropa
Otros de los repelentes que más se utiliza son los que se utilizan para la ropa, porque aunque ésta nos ayuda a cubrir la piel hay mosquitos salvajes capaces de atravesar la tela, incluso la de unos jeans.
Estos repelentes, también muy efectivos para acabar con las pesadas moscas, contienen permetrina al 25%, el mismo principio activo que aniquila los piojos. Es importante recordar que esta neurotoxina puede causar irritaciones si lo aplica sobre la piel, por eso el producto sólo debe echarse en la ropa.
Lo correcto es salir a un lugar exterior y ventilado, rociar durante un minuto la parte frontal de la ropa desde una distancia de 30 centímetros y después la posterior. La prenda no quedará mojada pero si húmeda por lo que es mejor que seque bien antes de ponérsela. El repelente aguanta al menos un par de lavados.
Insecticidas de enchufe
Cuenta con el beneplácito de la SEAIC para mantener a raya los mosquitos siempre que estemos en interiores. “Estos productos, son muy válidos contra muchos tipos de mosquitos, sin embargo, no tanto contra el tigre ya que habitualmente estos enchufes se ponen por la noche y este insecto tiene hábitos diurnos”, apunta el doctor Oteo.
¿Cómo funcionan? El ingrediente activo es la praletrina, un tipo de piretroide tóxico para los mosquitos pero seguro para seres humanos y mascotas. Estos insecticidas, se encuentran en formato líquido o en pastillas que se volatizan por el calor del propio enchufe. Aunque no lo leerá en las instrucciones, la sensación de estar protegido de forma constante toda la noche le ayudará a conciliar el sueño sin temor al zumbido y posterior picotazo
Vitamina B
Quienes viajan habitualmente a zonas endémicas y no quieren abusar de los repelentes químicos, e incluso, de la medicación contra la malaria por sus efectos secundarios, suelen sugerir la ingesta de pastilla de vitamina B. El doctor Oteo señala que “el olor que provocan en el sudor parece que ahuyenta a los mosquitos, pero no hay estudios concluyentes al respecto y tampoco está especialmente recomendado por la OMS, por mucho que en Internet haya sujetos que señalen lo bien que les ha ido sudando vitamina B por zonas de malaria”.
Citronella y Eucalipto
Se han puesto de moda los brazaletes de todo tipo de diseños y colores que esconden en su interior una pastilla aromática de citronella. Ayuda a crear una zona de protección y pese a que por sí sola no es muy eficaz es el complemento perfecto a otros repelentes corporales.
Otro de los formatos en los que se aplica la citronella son los espirales y velas que difunden la esencia a través del humo. Es cierto que ese aroma ahuyenta al mosquito, pero es transitorio, pues deberíamos estar constantemente metidos en el humo para evitar la picadura. Además, si corre una brisa ligeramente briosa, las velas no son buena solución. En cambio, las espirales son algo más eficaces, ya que llevan piretro, piretrinas o algún tipo de piretroide sintético.
Los posibles efectos tóxicos de los productos químicos han favorecido la comercialización de ahuyentadores corporales de origen natural. El mejor, es el aceite esencial de eucalipto, el Citriodiol, pues crea una zona de 4 centímetros alrededor de la piel que resulta muy desagradable para el mosquito, de esta manera, si no se acerca, no hay picadura.
Toma muy en serio las consecuencias de las picaduras, especialmente de los mosquitos Tigre, tanto en verano como durante todo el otoño y combina varios métodos de protección.
Si tienes dudas, recuerda que en Farmacia Jon Uriarte estamos a tu entera disposición.