El cambio de rutinas alimenticias puede aumentar su nivel un 10%
Según datos aportados por el último Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (ENRICA), la mitad de población adulta española ya padece de hipercolesterolemia, es decir, parten de niveles altos de colesterol. Por lo que después de cambios en la rutina, como los confinamientos de la pandemia, fiestas navideñas o diversas fechas señaladas en el calendario, se podría elevar el hasta un 10%.
La Fundación Española del Corazón (FEC) nos recuerda la importancia de cuidar nuestro organismo y prevenir o controlar los niveles ya que el 60% de las enfermedades de corazón son generados por una colesterina elevada provocada por la ingesta en exceso de comidas con grasas saturadas o la ingesta de alcohol.
La hipercolesterolemia no presenta síntomas ni signos físicos, así que su diagnóstico sólo puede hacerse mediante un análisis de sangre que determine los niveles de colesterol y también de los triglicéridos.
Definición y tipología
El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La mayor parte se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos.
Interviene en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas; los rayos solares lo transforman en vitamina D para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación. A partir de él se forman ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas.
La sangre conduce el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a partículas llamadas lipoproteínas. Existen dos tipos de lipoproteínas:
- De baja densidad (LDL): se encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas la células de nuestro organismo.
- De alta densidad (HDL): recogen el colesterol no utilizado y lo devuelve al hígado para su almacenamiento o excreción al exterior a través de la bilis.
Según esta interacción podemos hablar de dos tipos:
- Colesterol malo: al unirse a la partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma.
- Colesterol bueno: al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.
Factores de Riesgo
Si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterina en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200.
Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la aterosclerosis.
Si un enfermo de ateromatosis mantiene muy bajos sus niveles de colesterol en sangre puede lograr que este pase de la pared arterial nuevamente a la sangre y allí sea eliminado. Por ello, se recomienda a los pacientes que han sufrido infarto de miocardio o accidente cerebral que mantengan cifras muy bajas de colesterol para intentar limpiar así sus arterias
Potenciadores del colesterol
Diabetes. La diabetes (tipo I y tipo II) puede aumentar las cifras de colesterol. De hecho, los niveles deseables en los diabéticos son más bajos que en la población general.
Obesidad. Los pacientes obesos suelen tener hipertrigliceridemia y un nivel bajo de HDL (colesterol bueno). Bajar de peso produce un aumento de los niveles de HDL, una reducción de los niveles de triglicéridos, mejor tolerancia a la glucosa, disminución de los niveles de insulina y ácido úrico, y descenso de la tensión arterial.
Sedentarismo. El ejercicio es una de las recomendaciones generales para el tratamiento y la prevención de la hipercolesterolemia. Entre las consecuencias positivas del ejercicio físico sobre el organismo destaca la mejora de la capacidad pulmonar, del sistema cardiovascular y de los niveles de colesterol y de tensión arterial.
Colesterol y Alcohol. El consumo excesivo de alcohol causa hipertrigliceridemia.
Estudios recientes indican que las personas con colesterol alto pueden tener un peor pronóstico en caso de contraer coronavirus, desarrollando síntomas y consecuencias más graves.
Si quieres ampliar información no dudes en pasar por nuestra oficina de farmacia o contactar con nuestro teléfono de atención farmacéutica 94 442 29 48. También puedes consultar nuestro post sobre consejos para reducir el colesterol.
Fuentes: Farmacia jon Uriarte y Fundación Española del Corazón