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El especial cuidado de la piel durante el verano

Con la llegada del verano, las temperaturas aumentan y por tanto las necesidades de nuestra piel también, por eso es muy importante prestarle algo más de atención en esta época. Claro que hay que cuidarla durante todo el año, pero la radiación solar significa una alerta especial.

La ropa que nos ponemos en verano hace que la piel quede más expuesta a la radiación del sol, pero no solo eso; los baños, los mosquitos y la humedad también producen más afecciones que solemos pasar por alto.

Durante el baño

El agua y la arena reflejan los rayos dañinos del sol. Durante el baño, independientemente que sea en la playa o en la piscina, tenemos que tener en cuenta el efecto lupa del agua.

El efecto lupa se produce cuando el sol se refleja sobre distintas superficies, como las botellas y los cristales, pero el agua también lo provoca. El problema con el agua es que además reduce la eficacia de las cremas solares, aumenta la radiación sobre nuestra piel y como no notamos el calor por estar dándonos un baño, nos quemamos sin darnos cuenta.

Si estamos en la playa, debemos tener en cuenta también los efectos de la arena, porque, aunque no lo parezca, también refleja los rayos del sol. Es más, cuanto más blanca sea, mayor es su reflejo y además lo hace por arriba y por abajo, lo que provoca una exposición más intensa.

El césped de las piscinas tiene menor efecto, pero no por ello hay que tener menor cuidado.

La piel después del baño

Además de la crema solar, que es imprescindible aplicarla cada 2 o 3 horas, os hemos hablado de los efectos que el agua tiene sobre ella, por eso queremos recalcar la importancia de su uso después del baño.

Cuando salimos y nos tumbamos en la toalla para tomar el sol, es muy importante antes que nada secarnos, por mucho que no nos apetezca, porque queremos seguir estando fresquitos. El agua sobre nuestra piel sigue haciendo efecto lupa y por tanto siegue siendo dañina.

Lo recomendable para evitar quemaduras es secarse, como hemos mencionado ya, y aplicarse de nuevo crema solar. Aunque aquí vamos a hacer un inciso. Todos hemos pecado alguna vez en usar cremas que teníamos sin gastar del año pasado, pero esas cremas que dejamos abiertas durante tanto tiempo, no tienen la misma efectividad y es como si no nos echáramos nada. Es cierto que las cremas solares están preparadas para durar incluso un año abiertas, pero muchas veces si no las hemos conservado de forma adecuada, y presentan un color diferente, huelen mal o la textura es más líquida, recomendamos deshacernos de ellas.

A nadie le gusta tirar producto, pero como hemos mencionado al principio, es importante cuidarse en todas las estaciones, haga sol o no, así que a pesar de que la temporada de playa se haya terminado, recomendamos seguir usando esa crema solar hasta que se gaste y no enfrentarnos a la inutilidad de una crema echada a perder.

Al finalizar el día

Cuando nos vamos a marchar de la playa o la piscina, hay que tener en cuenta también el cloro y la sal. Tenemos la suerte de contar con duchas en prácticamente todas nuestras playas y no están solo para ayudarnos a soportar las altas temperaturas.

Quitarse restos de cloro de las piscinas ayuda a evitar irritaciones o deshidratación de la piel, pero ducharse después de salir del agua del mar es mucho más importante.

El agua de las playas

Hemos visto alguna vez advertencias sobre las banderas de las playas, que nos informan sobre el estado del agua. Muchas veces pensamos que se trata solo de advertencias de la marea y de la fuerza de las olas, pero en realidad, nos advierten también de la salubridad de la misma.

De hecho, el pasado 3 de julio se prohibió el baño en varias playas de Vizcaya, a razón de las fuertes tormentas que había habido ese fin de semana y la influencia en la calidad microbiológica de las mismas. Os dejamos la noticia completa por aquí; EITB.

Como se puede entender, hay playas en las que hay que tener en cuenta más el medio que les rodea. No son lo mismo las playas metidas en puerto, o aquellas que están en mar abierto. Una playa que está cerca del puerto es más probable que esté en peores condiciones porque siempre nos llegan restos de aceite de los barcos, u otro tipo de contaminantes que no podemos apreciar y en cambio, aquellas que están en contacto con plena naturaleza, presentan mejor estado del agua.

No obstante, desde la farmacia Jon Uriarte, vamos a recomendar siempre las duchas después del baño para el cuidado de la piel en verano, ya sea en playa o piscina. Secarse bien para evitar que el efecto lupa siga actuando incluso fuera del agua, y echarse crema cada dos o tres horas para proteger la piel como se merece.