Las Aftas, úlceras orales o comúnmente denominadas llagas son lesiones benignas que pueden surgir en cualquier punto de la cavidad oral (labios, lengua, encía, etc), de formas ovaladas, blancas o amarillentas y poco profundas.
Afectan a un 20% de la población, la mayor parte de ellas se curan espontáneamente sin dejar cicatrices y aunque son molestas no suponen un riesgo grave para la salud.
¿Por qué aparecen?
- Pueden aparecer debido al estrés, ansiedad o los cambios hormonales.
- Falta de algunas vitaminas y minerales como vitamina B12, vitamina C, zinc, hierro y ácido fólico.
- Consumo de ciertos medicamentos como los antiinflamatorios o aquellos para enfermedades cardiovasculares.
- Alimentos como el chocolate, café y bebidas y alimentos ácidos.
- Predisposición genética.
Síntomas y tratamiento
Los días previos a la aparición de las llagas se puede sentir picor y sensación de quemazón intensa en la zona afectada e incluso hormigueo, una vez aparece puede producir dolor y molestias al hablar, comer o beber.
Cuando las aftas son pequeñas, poco frecuentes y no provocan un dolor excesivo no se precisa un tratamiento específico. Es recomendable utilizar cepillos de dientes blandos y evitar alimentos ácidos y muy condimentados. Existen, además, soluciones desinfectantes y geles con antiinflamatorios para reducir el dolor, pregunta a tu farmacéutico para escoger el más adecuado.
Si los síntomas empeoran, no desaparecen después de dos semanas o aparecen otros nuevos como diarrea, fiebre, dolor de cabeza o erupciones cutáneas, las aftas cambian de forma y parecen infectadas es necesario acudir al médico.
Desmontando mitos
- No se contagian entre personas, ni por el intercambio de la saliva.
- La mayor parte de ellas se curan espontáneamente sin necesidad de aplicar ningún tratamiento.
- Las Aftas no son lo mismo que el Herpes labial.