Es habitual que con la llegada del otoño, en las consultas de médicos y en las farmacias notemos una mayor preocupación por la caída del cabello. En el post de hoy os explicaremos las causas más comunes de la caída del cabello y algunos mitos falsos sobre este proceso.
Las fases de crecimiento del pelo
Antes de nada, debemos aclarar que el crecimiento del pelo pasa por distintas fases
Fase anágena: El pelo crece y el folículo piloso es fuerte. Dura unos 3 años.
Fase catágena: El pelo llega a su máximo crecimiento y el folículo comienza a reducirse. Dura unas 2-3 semanas.
Fase telógena: El folículo llega a su tamaño mínimo y se produce la caída natural del cabello. Dura de 2 a 4 meses.
Tras la fase telógena, el pelo vuelve a crecer y comenzaría de nuevo el ciclo desde la fase anágena.
Pero todo este proceso no es lineal ni inalterable sino que se ve alterado en por factores externos e internos como la exposición solar que puede generar una pérdida mayor de cabellos al acelerar el proceso hasta la fase telógena.
Igualmente hay que tener en cuenta factores como el embarazo, tras el cual muchas mujeres experimentan una caída de pelo abundante (a los 3-4 meses del parto) propiciada porque aumento de estrógenos durante la gestación hace que el pelo esté más tiempo sujeto al folículo. Con el descenso de estos niveles hormonales, se produce una repentina caída de cabello temporal, hasta que este pelo vuelve a crecer.
También el estrés, la alimentación, los hábitos de ejercicio o cuidado del cabello (peinados muy tensados) o incluso medicamentos pueden ser factores que afecten a este proceso y acelerar la fase telógena. Con cambios en esos factores, el crecimiento debería ser el adecuado.
Por último la herencia genética ya que la alopecia androgenética afecta a un 50% de hombres mayores de 40 y a un 75% de mujeres que han entrado en la menopausia.
Mitos sobre la caída del cabello
Más allá de los factores de los que ya hemos hablado, existen algunas creencias populares que hablan sobre la caída del cabello. El uso de planchas, secadores o gominas afectan a la calidad y apariencia del pelo, pero no provocan su caída. Algunos de estos productos pueden secar y debilitar el pelo produciendo rotura del mismo, pero no una caída desde el folículo.
De la misma forma, ni lavarse el pelo a diario ni cortarlo inflyen en la caída. Cuando cortamos el pelo tenemos una sensación de menor caída ya que el volumen de cabello es menor al ser más corto, pero no afecta al número de cabellos que se renuevan.
Finalmente, si lo que queremos es propiciar el crecimiento de nuevos cabellos, debemos revisar nuestro hábitos alimenticios y dependiendo de la situación, determinar algún producto que pueda ayudar a la estimulación sanguínea del cuero cabelludo, ya que aportaremos más nutrientes a los folículos y se estimulará el crecimiento.
Fuente: efesalud