El cáncer colorrectal es un crecimiento incontrolado de las células del colon y/o del recto, convirtiéndose en un pólipo que evoluciona crece y puede, con el paso de los años, convertirse en un tumor maligno. Esta enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres, entre los 65 y los 75 años de edad, aunque puede aparecer en edades más tempranas por causas genéticas.
En el estado español se detectan cada año cerca de 40.000 casos que, afortunadamente tienen un altísimo índice de curación ya que tarda años en desarrollarse y es de los pocos tipos de cáncer que puede diagnosticarse antes de que la persona padezca sus síntomas.
Síntomas
En muchos casos, las personas que presentan estos síntomas no están enfermas de cáncer. Aun así, la presencia de cualquiera de ellos es una indicación de que debes consultar con tu médico.
- Cambios en los hábitos intestinales (p. ej., diarrea, estreñimiento o estrechamiento de las heces) que duren por varios días
- Sensación de querer evacuar (ir al baño), la cual no se alivia al hacerlo
- Sangrado rectal
- Heces oscuras o sangre en las heces (aunque a menudo las heces se vean normales)
- Calambres o dolor abdominal (vientre)
- Debilidad y fatiga
- Pérdida de peso no intencionada
Como no es fácil de diagnosticar hasta pasado un tiempo, lo mejor es someterse a exámenes de detección del cáncer de colon antes de presentar síntomas.
Diagnóstico
La prueba de cribado más fiable es un test de sangre oculta en las heces. El paciente obtiene la muestra en casa y la entrega en su centro de salud para que sea analizada e interpretada por un especialista. Esta prueba se recomienda, como norma general, cada dos años a partir de los 50.
Una vez que se tiene la sospecha de que puede haber una lesión en el colon, el médico debe elaborar una historia clínica, realizar una exploración física y un tacto rectal.
Al margen de estas existen otras pruebas como:
- Sigmoidoscopia: introducir por el ano un endoscopio, tubo que transmite luz e imagen, con el que observar el recto y la parte final del colon (unos 60 cm).
- Colonoscopia: similar a la sigmoidoscopia, pero el tubo utilizado es más largo y permite recorrer todo el colon. Facilita la toma de muestras de tejido (biopsia) después se realiza un estudio con un microscópico. Normalmente se realiza con sedación y el riesgo de que surjan complicaciones es muy bajo. Si sale positivo, lo lógico es realizar una colonoscopia para ver el origen de sangrado. Esta prueba Sirve para detectar y extirpar en el mismo acto los pólipos, con el fin evitar que se desarrolle el tumor y, en su caso, se malignice.
- Estudio genético: Si existen antecedentes familiares o se sospecha de la posibilidad de un cáncer hereditario, se deben iniciar las exploraciones de colon y recto a una edad temprana (20 años) y continuarlas periódicamente.
- Enema de bario con doble contraste: radiografías del colon y el recto que se toman después de que al paciente se le haya aplicado un enema (lavativa) con una solución blanca calcárea que contiene bario para mostrar radiológicamente con detalle el interior del colon y el recto.
- En los últimos años se está investigando la biopsia líquida, que se realiza en una muestra de sangre con el fin de buscar células cancerosas que están circulando o fragmentos de ADN de las células tumorales que circulan por la sangre. Cuando se estandarice su uso se podrá emplear para detectar el cáncer de forma precoz, planificar el tratamiento o determinar su eficacia, entre otras cosas.
Causas:
Los principales factores de riesgo relacionados con esta enfermedad son los siguientes:
- Edad: La mayor parte de los casos de cáncer de colon se localizan en personas entre los 65 y los 75 años y las personas entre 50 y 65 se consideran de riesgo intermedio.
- Dieta: Parece estar asociado a dietas ricas en grasas y pobres en fibra. En este sentido, actualmente se están llevando a cabo numerosas investigaciones.
- Herencia: Sin embargo, esto puede detectarse y permitir tratar el cáncer de manera precoz.
- Estilo de vida: Existen ciertos factores que dependen del estilo de vida y que predisponen a la aparición del cáncer de colon, como, por ejemplo, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
- En las personas que padecen algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.