La esclerosis múltiple es una enfermedad que ataca al tejido nervioso en el cerebro y la médula espinal, dañando y destruyéndolo. Aunque se desconocen los motivos de su aparición se considera una enfermedad auto-inmune. Las edades de riesgo para la enfermedad van de entre 20 a 40 años y son las mujeres quienes tienen hasta tres veces más riesgo de padecerla que los hombres.
Esta enfermedad suele ser lenta y progresiva, las personas a menudo sufren ataques intermitentes y pueden durar días o meses. Alrededor de dos tercios de los pacientes con Esclerosis Múltiple sienten ‘Dolor’ como síntoma principal: dolor de cabeza, de espalda, en las extremidades y espasmos musculares.
Algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple pueden ser:
- Fatiga
- Debilidad
- Estremecimiento
- Visión borrosa o pérdida de la misma
- Dolor (muscular y neurológico)
- Hormigueo
- Parálisis
- Vértigo o mareos
- Disfunción eréctil
- Falta de coordinación
- Incontinencia o Retención urinaria
Problemas de la vista
- Molestias en los ojos
- Pérdida de visión (por lo general comienza en un ojo)
- Visión doble
- Movimientos incontrolables de los ojos
- Neuritis óptica (inflamación del nervio óptico)
Entumecimiento, hormigueo y dolor
- Hormigueo o sensación de ardor en brazos y piernas
- Espasmos musculares dolorosos
- Dolor facial
- Espasmos de los músculos de la cara
Problemas sexuales
- Disminución de la lubricación vaginal en las mujeres
- Problemas de erección en los hombres
Problemas de equilibrio, pensamiento y emocionales
- Pérdida de la audición
- Problemas con el equilibrio
- Mareos
- Dificultades para razonar y falta de criterio
- Pérdida de memoria
- Incapacidad para concentrarse
- Depresión