Las zonas del cuerpo especialmente vulnerables al sol por estar expuestas permanentemente a sus rayos son: el rostro, el cuello, el escote y los hombros. Si no se cuidan de forma correcta, pueden sufrir sucesivas quemaduras y un envejecimiento prematuro.
La radiación solar es la principal causa de cáncer de piel y envejecimiento cutáneo. El daño solar es acumulativo e irreversible ya que nuestra piel es un órgano que tiene memoria, esto quiere decir que la radiación acumulada penetra hasta el ADN de la células y puede provocar cáncer.¡Pero no temas! Porque con una protección adecuada, no será un problema.
Sigue estos consejos, además de cuidar tu piel, ¡te sentirás mucho más guapa y conseguirás un moreno sano y bonito!:
- Aplica el protector solar unos 30 minutos antes de la exposición, para darle tiempo a que sea bien absorbido por tu piel. En la gama de productos Farmacia Jon Uriarte podrás encontrar el que más se adecue a tu piel y a la de los tuyos.
- Aplícalo sobre la piel bien seca, el efecto posterior es más óptimo.
- Cuando la piel entra en contacto con el agua, la duración de la protección disminuye considerablemente, por lo que es recomendable renovar la crema con frecuencia.
- No te olvides de llevar un sombrero y un vestido largo y fresco para no exponer
- demasiado tu piel al sol.
¿Cuáles son las zonas que se suelen olvidar más?
Hay zonas que suelen ser olvidadas y en las cuales aparecen a menudo quemaduras. Una de ella son las orejas, especialmente la parte superior de éstas que es donde más inciden los rayos solares. También se nos olvidan con bastante frecuencia los empeines de los pies, y si no ponemos especial cuidado en ellos, acabaran rojos como salmonetes y con marcas de las sandalias o de las chanclas.
La piel de los labios es una parte muy sensible debido a ser muy fina y carecer de melanina por lo que cuenta con un sistema de defensa natural bastante escaso. Cuando olvidamos protegerlos, se agrietan, se secan, van perdiendo espesor y envejecen prematuramente
Por último, los ojos son también una parte del cuerpo que puede ser muy dañada por el sol, por eso hay que procurar llevar siempre gafas con filtro ultravioleta.