La ataxia es un trastorno que disminuye la capacidad de coordinar los movimientos de las personas y se manifiesta mediante temblores en diferentes partes del cuerpo, principalmente en las extremidades. Los expertos utilizan este término para englobar a más de 300 procesos degenerativos que afectan al sistema nervioso de manera progresiva y son altamente discapacitantes.
Según ha informado la Sociedad Española de Neurología (SEN), se trata de una afección que en España padecen más de 13.000 personas hoy en día y es hereditaria en el 60% de los casos.
Este grupo de degeneraciones también se caracteriza por causar alteraciones del habla y movimientos oculares anómalos relacionados con el mal funcionamiento del cerebelo.
Tipos de ataxia
Existen más de 200 tipos de ataxia y la más conocida es la Friedreich, la más frecuente entre los menores de 25 años. Se produce por un defecto en el gen que produce una proteína llamada frataxina y que provoca la muerte progresiva de las neuronas del cerebelo y la médula espinal.
En edades más adultas, la ataxia espinocerebelosa es el tipo más habitual y la herencia de la mutación de un solo progenitor es suficiente para desarrollar la enfermedad.
Por lo que respecta a las que no son hereditarias, la Federación de Ataxias de España (Fedaes) ha etiquetado su tipificación como “muy difícil”. No obstante, las han clasificado de la siguiente manera: De anormalidad congénita, Metabólicas, por traumatismo, por infección y por tumores.
La doctora Carmen Serrano Munuera, coordinadora de la Comisión de Estudio de Ataxias de la SEN, ha explicado la importancia de detectar de manera temprana el trastorno en quienes lo sufran: En algunos casos esto se debe a la posibilidad de tratar “potencialmente” la afección y en otros, porque existen tratamientos para “aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida”.
Fuentes: 20 Minutos, Federación de Ataxias de España (Fedaes)